Cerca de Schönhauser Allee, en una esquina delante de la estación del tranvía, esta el bar Spreegold, en un local con mucha luz y una gran terraza con árboles.
Su oferta es bastante saludable y perfeccionada en su sencillez: zumos naturales de frutas, sándwiches bien hechos con variedad de panes de semillas, ricas ensaladas y platos de pasta fresca.
Mucho verde, aunque no hay que olvidar que estamos en Alemania. La variedad pastelera del SpreeGold no es poca cosa, viendo la vitrina de dulces queda claro que aquí se sirven memorables meriendas. También cocteles al atardecer.
Dentro, el ambiente es minimalista y con la decoración justa, bonitas mesas de madera envejecida y algunas estanterías con fruta aportan el toque fresco y colorido.
Es un local dinámico y ponen buena música, aún así, el espacio es lo suficientemente grande como para albergar rincones tranquilos, donde encontrar la calma necesaria para trabajar o leer un rato.
El Spreegold es el típico bar de barrio, pero bien hecho. Algo tan sencillo y tan complejo. Con su clientela habitual, que vuelve a buscar el buen ambiente y la rica comida que aquí se ofrece.
El típico brunch berlinés de los fines de semana, imperdible.