Porqué plantar un huerto urbano
¿Te preocupa la contaminación? Dirígete a cualquier supermercado, acércate a cualquiera de las estanterías de comida, y elige al azar cualquier producto envasado, en el 99% de los casos es plástico; no se destruirá en los próximos 1000 años, durante todo ese tiempo, ¿Se lo tragará algún animal? ¿Ensuciará un bosque? ¿Contribuirá a aumentar el tamaño de las islas de plástico? Hay que añadir, que las partículas que desprende el plástico pasan a formar parte de tu sangre. Muy bonito. Un instante ínfimo de utilidad, ¿Compensa tanta porquería?
Sigamos, ¿Te preocupa tu salud? Lee los ingredientes. Pero eso, ¿Qué es lo que es? ¿Combustible para cyborgs? ¿Hay alguno de esos componentes, que te recuerde vagamente a lo que tu abuela llamaba “Comida”? En lugar de ingredientes les deberían llamar los “innombrables”.
¿Pagas un gimnasio? porque además de la comida, un huerto doméstico te hará “mover el culo”.
En fin. No te quiero aburrir. Cuando vas al súper a comprar mierda, puedes hacer ver que no te das cuenta. Todos lo hacemos a veces.
Pero, hoy es un gran día, y podrías decidir que vas a plantar un huerto en casa. Y sería la cosa más sensata que podrías hacer por ti, por tus hijos, por las personas que quieres, incluso por las que no conoces; también sería un gesto hermoso por los animales, sería un gesto hermoso por el planeta.
Mi cuerpo es mi templo, y no quiero llenarlo de basura. ¿Y tu?
¡Empezando!
- Ganas de cuidar: por supuesto, cuanto más amor, más exuberancia y mejores frutos.
REQUISITOS:
– luz; mínimo 6 horas al día
– tierra
– un recipiente
OBJETIVO:
– Transformar un espacio de casa, por pequeño que sea, en un lugar apto para
que las semillas que cultives puedan germinar de forma satisfactoria.
Paso a paso
- Un lugar
- Un recipiente
- El sustrato
- Un plan
1 selecciona un lugar
En un balcón o terraza podrás cultivar aromáticas, hortalizas, e incluso pequeños frutales. Pero si no tienes espacio al aire libre, también puedes cultivar en el interior, o en la repisa de las ventanas. Lo principal es la luz, un mínimo de seis horas diarias, cuantas más mejor.
Localiza los puntos cardinales, ¿Cómo está orientada tu casa? ¿Hay algún edificio que te tape el sol? A las plantas no les gusta un lugar con mucho viento o corrientes de aire, y si no hay otra opción, deberás protegerlo. Un buen truco es situar alrededor de tu huerto, otras plantas que sean tupidas para que hagan una función corta-viento. El romero o el hinojo, son una buena opción.
En Barcelona, la orientación ideal para un huerto es sur/sur-este, y el frío viene casi siempre con los vientos del norte.
Por último, busca un acceso fácil al agua, cuando tus plantas crezcan, lo agradecerás.
2 Elige un recipiente
- Si la cuidas bien, una planta puede crecer casi en cualquier lugar. Son ideales los pallets de madera, cajas de vino, latas, cajones, ¡Creatividad al poder!
Lo único realmente importante al elegir un recipiente es, que al regar, el agua salga fácilmente por la base. Para ello, deberás poner en el fondo, bolitas de arcilla o piedrecitas de río.
Una profundidad media de tierra entre 20cm para plantas como las lechugas, o 40cm para las zanahorias, será suficiente; El espacio lateral también importa, deja aproximadamente 20cm entre planta y planta, para que puedan expandir sus raíces libremente.
Si no tienes ningún recipiente que puedas reciclar y vas a comprar macetas, procura que no sean de plástico, porqué es un material maldito que ensucia el planeta. La peores macetas son las de plástico negro, porque en verano, con temperaturas extremas, acumulan el calor y la planta sufre.
3 El sustrato
- ¡La cocina y el huerto se retro-alimentan! Transforma los deshechos de tu comida en nutrientes para tu huerto. La magia del círculo que se cierra. ¡Empieza ya a compostar! sino tienes espacio, intenta instalar una compostera comunitaria en la terraza. Es un instrumento básico para cualquiera que coma habitualmente…
El sustrato es una mezcla de tierras vegetales, minerales, y abonos: el alimento de tus plantitas. Lo más importante de este punto, es entender que cuanto más natural y orgánica sea la tierra de tu huerto, más lo serán tus cosechas, y por lo tanto, más saludable estarás tu.
Si estás empezando, no tendrás compostera, en un garden común podrás encontrar los “ingredientes” que necesitas: tierra madre orgánica, humus de lombriz, tierra volcánica, gallinaza, turba de coco, arena de sílice, etc. y recuerda, nada de abonos químicos.
Cada tipo de planta requiere cierto tipo de nutriente, pero no te preocupes, irás perfeccionando el sustrato cada vez que abones la tierra.
Más adelante comentaremos este tema al detalle.
Antes de llenar las macetas, recuerda que hay que poner sustancia drenante en la base. Y por último, ¡no aplastes el sustrato! la tierra debe estar oxigenada y ligera para que las raíces crezcan libremente.
4 El plan
Puedes hacerlo todo a lo loco, de hecho las selvas y bosques son así, salvajes, pero tomar algunas anotaciones te ayudará a aprender y planificar. Los puntos claves de nuestro plan son dos: un calendario de siembra, + un mapa de tu huerto.
¿Porqué diseñar un calendario de siembra? Cada planta tiene un ciclo de vida y éste va ligado al clima de cada región, si te organizas un poco, podrás prever qué vas a comer en los próximos meses. Te recomiendo descargar un calendario de cultivo y ver de qué va la cosa, luego puedes hacerte algunas preguntas: ¿Qué os gusta comer en casa? ¿Cuántos sois? ¿Vegetarianos? ¿De cuanto espacio dispones en casa?
¿Porqué diseñar un mapa de cultivo? Existen ciertas combinaciones de plantas “amigas” que se ayudan en el crecimiento, esto se conoce como “cultivos asociados”. Algunas, se plantan juntas porque precisan distintos nutrientes y de esta forma, desgastan menos la tierra. Otras combinaciones de plantas, te ayudarán a evitar insecticidas, porque se protegen de las plagas, las unas a las otras.
También te será muy útil saber dónde es más fructífera cada planta, pues así como las tomateras necesitan mucho sol, hay otras que por contra, se conforman con menos.
Un mapa de tu huerto, combinado con el calendario de cultivo, te ayudará a organizar el espacio. Muy recomendable aunque tengas un huerto pequeño.
Conclusiones
- No te líes con bananos o mangos, es conveniente sembrar plantas autóctonas, de esta forma crecerán bien sin necesitar tantos cuidados.
- Si no tienes mucha experiencia, te aconsejo empezar con pocas plantas para que no se te descontrole el huertito; de forma escalonada podrás ir ampliando tus sembrados.
Una planta comestible te pide muy poco, y te da todo a cambio: haces ejercicio, comes sano, aprendes, y ahorras, además, es una gran idea porque aprovechas el regalo de la naturaleza: la luz, el agua, y la tierra. ¿Has experimentado la satisfacción de comer algo que tú has cultivado?¡Compensa intentarlo!